La katana
La katana es una espada de filo curvo característica de la cultura nipona,
debido al carácter curvo de su hoja, y asu único filo, la katana debería ser
considerada como un sable , pero para el caso que nos atañe, da lo mismo.
Como tal, esta fundamentalmente orientada al corte mas que a la estocada,
su curvatura surge de la necesidad de obtener un corte eficaz cuando se maneja.
La hoja recta, tiende a “empotrarse” en el momento del corte, mientras que la
curvatura obtiene siempre un corte tangencial a la trayectoria del arma y con
ello se evita que quede bloqueada.
La katana es empleada sobre todo para el corte debido a su carácter y
capacidad para producir heridas severas, y es considerada una especie de
“guillotina de mano”. Se la desenvaina con un movimiento axial de rotación, llevando
su filo normalmente orientado hacia arriba y se le puede blandir con una o dos
manos (siendo esta una ultima una modalidad tradicional).
La katana es el alma del Samurái, ya que pasa de generación en generación
transmitiendo así su espíritu. Se dice que quien porta una katana familiar
lleva en ella los espíritus de los ancestros que la portaron antes que él.
Además es la herramienta que les permite seguir vivos en el mundo en que se
desenvuelven, ser un maestro en el manejo de la espada les permite vivir mas
tiempo, mientras que por el contrario, si se es un inexperto espadachín en el
primer duelo o batalla, se morirá rápidamente. Por ello se dice que el samurái
se compone de dos, del hombre y su arma, el alma del primero seguirá vivo si el
alma del segundo es fuerte para mantenerlo con vida.
La anatomía de la espada se compone de una serie de partes que son bien
diferenciables:
- Hamon: línea diferencial del temple de la hoja. Por
ejemplo ondulada en el estilo Notare.
- Hi: Surco longitudinal en la hoja, utilizado para
aligerar la pieza. Otra de sus funciones es absorber y repartir la tensión
de los golpes, evitando el deterioro o la torsión de la hoja.
- Iori-Muné: tipo de nervio de la hoja sin rebaje.
- Kissaki: punta.
- Mei: firma del armero, normalmente en el Nakago.
- Mekugis: pasadores que sujetan la Tsuka (mango)
al Nakago (espiga), solían ser de madera de bambú.
- Mekugi-Ana: agujeros para los pasadores.
- Menuki: aplicaciones metálicas ornamentales en los
laterales del mango.
- Moto-Haba: ancho de la hoja.
- Moto-Kasane: espesor de la hoja en el Habaki.
- Mune: contrafilo.
- Nagasa: longitud.
- Nakago: espiga, parte de la hoja que entra en la
empuñadura.
- Niké: rebaje del nervio.
- Saki-Haba: anchura de la hoja al comienzo del Kissaki.
- Samé: forro de la Tsuka. Solía ser de piel de tiburón
o raya para evitar el deslizamiento del Tsuka-Ito.
- Sori: curvatura.
- Sugata: tipo de hoja.
- Tsuba: guarda, rodela. Solía decorarse con motivos
naturales.
- Tsuka: mango.
- Tsuka-Ito: encordadura del mango.
- Yokote: línea que separa la punta del resto de la hoja.
Forja de espadas;
Ningun artesano Rokuganes vive con mas honor que el forjador de espadas.
Para la sociedad en general, y pasa los samuraisen particular, la espada ocupa
un lugar tan central y fundamental que el proceso de forja ha adquirido
connotaciones legendarias y casi religiosas.
No existe otro acto creativo mas complejo, ningún otro requiere tanta
fuerza, sutileza, cuidado de los detalles, y lo mas importante, fortaleza de
espritu.
Todo el mundo reconoce sin ambages que una espada de calidad no puede ser
obra de un solo hombre y que los mundos esprituales y celestiales son parte
integral de la creación de una hoja.
Antes de que comience el proceso de forja el artesano ayunara durante
varios días, tras lo cual se acercara al yunque vestido de blanco, el color de
los sacerdotes. Honrara a las fortunas todos los días y noches hasta que el
proceso de forja haya terminado.
El acero que se utilizaba es el tamahagane, el cual se rompe y con los
fragmentos se forma un ladrillo rectangular,
que se envuelve en papel de arroz y arcilla líquida para evitar la oxidación
una vez se comience a calentar. Cuando se alcanza la temperatura de caldeo se
golpea para que se una y forme un ladrillo unido.
El ladrillo es vuelto a calentar y se golpea con el martillo (durante este proceso y el anterior, el herrero que
sujeta el bloque golpea con un martillo y es ayudado por uno o dos ayudantes
que usan grandes mazas con dos manos), haciéndolo más fino y alargado. Cuando
ha alcanzado el doble de su longitud original se realiza una incisión justo en
el medio y se dobla sobre sí mismo hasta obtener exactamente el mismo ladrillo
original, pero con dos capas de acero entre sí.
Este método de doblar el acero sobre sí mismo se repite como minimo 12
veces, obteniendo un ladrillo de acero de la misma longitud del original, pero
con una cantidad de capas de acero de entre 256 y 4096, unidas entre sí.
Luego se eliminan las impurezas de carbón, las burbujas de aire y el exceso
de carbono; y se reparte el carbono homogéneamente por toda la hoja, eliminando
los puntos débiles.
Cuantas más veces se doble el acero, mejor es el acero que se obtiene las
mejores Katanas tienen hasta 3000. Durante este lento y laborioso proceso el
acero se enfría rápidamente, de modo que debe ser metido en el horno
continuamente para recuperar el punto de fusión y poder unir las dos partes, perdiéndose carbono cada
vez que se alcanza esta temperatura.
Así pues, el ladrillo que se consigue tiene una cantidad muy baja de carbono (menos de un 0,5%) gracias a este doblaje. Este acero
es bastante flexible, lo cual sirve para absorber golpes y aumentar la
durabilidad en combate, pero es
posible que no sea lo suficientemente duro para obtener un buen filo. El filo
de una katana debe ser muy duro, de modo que se recurre a la segunda
característica de éstas: utilizar dos aceros para la misma hoja.
Para crear el filo, se utiliza un segundo ladrillo con
menor cantidad de doblajes en su proceso (de 4 a 5 veces). De este modo se
obtiene un acero más carbonatado, que lo hace extremadamente duro,
aunque más frágil.
El segundo ladrillo se corta en trozos que puedan rodear
completamente al primer ladrillo. Se mete el conjunto en el horno
y se lo golpea sucesivamente hasta llevarlo a la longitud que se desee (la
normal es de unos 80 cm.).
Para darle la típica forma de una hoja de katana, se golpea
el rectángulo hasta obtener la anchura necesaria en el lomo (que depende del
tipo de hoja), y después se golpea la parte del filo hasta hacerlo
extremadamente fino (de unos pocos milímetros), de modo que pueda cortar. También se
le hace la forma del kisakki (punta) y la del nakago (la parte que se inserta en la
empuñadura).
Tras un proceso de desbaste con piedras de afilar de
diferentes granos con el que se da la forma a la hoja, se procede a templarla.
El templado
del acero consiste en
elevar la temperatura de la hoja hasta el punto de austenización para después introducirla en agua fría de modo que se
enfríe rápidamente. Este proceso le da al acero una dureza extrema. La
explicación es que al elevar el acero a esa temperatura, toma una estructura
totalmente nueva denominada austenita y al enfriarse bruscamente adquiere la
estructura de martensita de gran dureza. Las impurezas de este acero hacen que
se pueda templar la hoja pasada de temperatura (a una temperatura mayor que la
temperatura de austenización), formándose además un grano de acero grueso. Esto
no es posible en aceros modernos, ya que se rompen por el enfriamiento tan
brusco.
Para conseguir que el filo resulte extremadamente duro, como
para cortar sin que se desgaste fácilmente, al tiempo que el lomo sea más
flexible para resistir los golpes que va a recibir, entra en juego otra de las
características de la katana: el templado diferenciado.
Lo que se hace es cubrir el lomo con una capa gruesa de arcilla (esta arcilla para el templado tiene una composición que
cambia según el forjador, y además de la arcilla se añade arena, limaduras de
hierro, ceniza, etc.), y dejar el filo con una fina capa que además lleva en su
composición polvo de carbón. Se calienta todo en el horno y luego se templa
introduciéndolo en agua fría. El lomo, cubierto con más arcilla, se enfría
mucho más lentamente que el filo, con lo cual se consigue un temple duro para
el filo y otro más blando para el lomo. Además se produce un efecto elemental:
el acero que más rápidamente se endurece, "estira" al más
blando, dándole a la hoja su tan característico sori (curvatura).
La creación completa de la hoja suele durar más de un mes,
pero las mejores katanas pueden tardar hasta un año en ser fabricadas
completamente. La hoja es sólo el primer paso.
Primero: se debe confeccionar el Habaki, que es una pieza que sirve de tope de
la tsuba, e igualmente sirve para ajustar la
Katana a su Saya. El Habaki se puede confeccionar de plata, bronce, cobre,
latón o acero. En la antigüedad el material mas usado era el bronce. La forja
del Habaki consistía en tomar un bloque de bronce, elevar su temperatura hasta
hacerlo maleable y luego martillarlo sobre la base del filo de la hoja, para
que adoptase la forma óptima de la zona a la que pertenece su ensamblaje. Luego
se soldaría esta pieza para que cerrase el "cilindro triangular", que
es la forma característica de este componente.
Segundo: se tiene que fabricar la tsuba (guarda de la hoja). Su construcción se
realizaba en cobre, hierro u otros metales, con grabados, dibujos, incisiones,
incrustaciones... Cuando la katana estaba enfundada, la tsuba era la parte
visible de la misma, y la que indicaba el estatus o el carácter de su dueño, de
modo que nuevamente se trata de un proceso delicado.
Después se talla la tsuka o empuñadura. Ésta normalmente está
hecha de madera de roble recubierta de same (piel de raya), para mejorar la colocación del ito (tiras de algodón, cuero o seda) que se trenzan sobre la
empuñadura aumentando el agarre y comodidad, además de darle su típico aspecto.
Para facilitar el trenzado se usaban unas cuñas de papel llamadas hishigamis en
cada pliegue del ito.
También deben realizarse en metal el fushi y la kashira, que
están decorados normalmente siguiendo los mismos diseños y a juego también con
la tsuba y los menukis. Estas piezas se colocan cada una a un
extremo de la tsuka para evitar una posible apertura de las dos partes que la
forman, ya que se pegan con pegamento de arroz solamente. Además, por la
kashira pasa el ito hacia el lado opuesto para formar el último nudo allí,
sujetando así además la pieza con firmeza.
Los menukis son unos amuletos realizados en metal que pueden
tener toda clases de formas; se colocan en la tsuka sujetos por el ito de forma
que queden en contacto con los dedos, porque se creía que estos daban suerte, y
eran en muchas ocasiones un gran tesoro familiar.
La hoja se inserta en su interior y se fija mediante un tope
de metal o de bambú al mekugi-ana.
La saya (funda) se fabrica normalmente de madera
de magnolia lacada. La saya también puede decorarse con tiras de rotten
(semejante al mimbre) o con piezas de same. Tiene incorporada una tira de 1,8 o
2 metros de algodón o cuero
llamado "sageo", que se ata al cinturón (obi)
del Hakama y que también puede ser usada como cuerda auxiliar para
sujetar cosas o para apresar a un enemigo. La boca de la saya, denominada "Koi-Guchi",
suele llevar un refuerzo de cuerno de búfalo para evitar el desgaste por rozamiento con la hoja.
Mantenimiento
La katana debe mantenerse limpia y lubricada para prevenir que el acero se
altere o quiebre. Tanto el sudor como el polvo o la sangre afectan la hoja; por
eso debe hacerse un mantenimiento periódico. Actualmente se consiguen en el
mercado los elementos necesarios para conformar el Kit de limpieza, los cuales
deben o pueden contener:
Martillo de metal sólido, denominado Mekugi.
Aceite vegetal lubricante Koji
Papel de arroz, Harai Gami.
Bola de polvo no abrasivo, conocido como Uchiko.
Paño suave para mantenimiento y un envase de plástico para guardarlo,
conocido como Erufu.
Reglas
Por protocolo existen una serie de normas o reglas que se deben de tener en
cuenta cuando se porta una katana.
El filo siempre debe de estar hacia arriba cuando se lleva ne la cintura,
pues es un símbolo de respeto y confianza, su aspecto practico es que es mas
difícil desenvainar cuando esta se lleva asi,
y se requiere de las dos manos para poder desenfundarla, una que gire la
saya y suelte el cierre de la tsuba, y la segunda que la saque de la misma.
Con la katana no se debe tocar carne muerta, porque esa acción significa
ser irrespetuoso y deshonrar a los espíritus de tus ancestros que llevaron la
katana con anterioridad. Tocar la katana de un samurai o respirar sobre ella es
una falta grave de respeto, y la mayoría de las veces esa mancha se limpia con
la sangre del que la ha ofendido.
Si una katana está en el suelo no se debe pasar por encima de ella, pues
también es una falta de respeto, sino rodearla. Hay excepciones a esto.. si un
asesino atacara a un samurai y su katana estuviera lejos de él, otro samurai
podria cogerla y lanzársela para que pudiera defenderse. Está claro que más
tarde no le pediría explicaciones por esto
Hay una norma clara: sólo un Samurai puede portar un daisho (Katana
y Wakizashi), incluidos los Samurais no Bushi, osea aquellos que perteneciendo
a la casta de los Samurais no hayan sido entrenados en el arte de la espada y
por tanto no sepan manejarla
Por otro lado hay que comentar que se permite portar el Daisho en las
grandes ciudades y en la Ciudad Imperial siempre y cuando esté atado de forma
correcta con un lazo de seda. Las dagas, tantos o armas ocultas están
prohibidas. Las armas de asta como Naginatas, Yaris y demás están prohibidas
también. Donde no se permite portar el Daisho es en la 'Ciudad prohibida' (osea
la parte de la Ciudad Imperial donde vive el Emperador y los nobles de más alto
rango). Sólo sería posible con la debida autorización de un Daimyo de Clan, del
Campeón Esmeralda o del propio Emperador. También hay que notar que la Guardia
de la Ciudad, los Magistrados Esmeraldas y la Guardia Seppun están eximidos de
cumplir estas normas
También es
importante la Etiqueta con respeto a las visitas
1. - Cuando un samurai entra en casa de un amigo debe
dejar su katana en la puerta. No hacerlo sería deshonrar a sus ancestros,
sugiriendo que podría hacer la guerra en un lugar de paz, además de insultar a
su anfitrión indicando que podría provocar la lucha en un lugar honorable. Las
casas de té, posadas y tiendas de samurais también están bajo la misma
consideración. Las circunstancias no cuentan (salvo la deshonra), un hogar es
un lugar sagrado y debe ser tratado como tal. Si el samurai es invitado a casa
de su Señor en tiempos de paz debe incluso retirar el wakizashi cuando toma
asiento. Sólo los consejeros y guardaespaldas de mayor confianza pueden entrar
armados a presencia del Daimyo. No importa el rango del samurai, lo cercano que
sea por nacimiento o lo respetado de su posición, debe retirar las armas antes
de hablar con su Daimyo
2. - Cuando un samurai entra en la casa de un extraño o
de un enemigo entra a su interior con las armas. Si el samurai visita a un
extraño, cuando se saludan puede situar la espada a su izquierda o a su
derecha. A la izquierda muestra que no se fía de su anfitrión, pues es más
fácil desenvainar, y por tanto a la derecha muestra confianza. Si se coloca la
espada cerca del samurai con la empuñadura hacia el anfitrión, indicará que no
se estima mucho la habilidad de este con la espada. Colocar la punta de la
vaina hacia el anfitrión mostrará más respeto
Hay miembros de la casta samurai que no han sido entrenados en el arte de
la espada pero aun así portan la katana. Con ello simplemente muestran su
rango, pues tienen derecho a portar este arma por nacimiento. Es habitual en
estos casos que la katana, la empuñadura y la vaina, vayan envueltas en seda,
indicando así al resto su incapacidad para manejar el arma. Por tanto retar a
duelo a un samurai con el arma enfundada en seda sería deshonroso
Un claro signo de que un samurai es un ronin es portar la katana a la
espalda o sobre el hombro, mostrando así su visión negligente del
comportamiento honorable
Más apuntes sobre el tema de la katana y el wakizashi, sacados de
opiniones de más usuarios al debatir sobre tan interesante tema..
El Daisho es el símbolo del Samurai, y la katana su alma. Ahora bien, la
katana no es exclusiva de los Samurai mientras que el wakizashi sí que lo es.
La katana la portaban también los ashigaru (soldados rasos japoneses,
poco más que campesinos, entrenados en el uso de las armas). La diferencia
fundamental entre una katana de ashigaru y una de samurai no era ni el tamaño
ni el filo, la diferencia era la calidad
Había Maestros Herreros que producían un daisho al año, o los 'más trabajadores'
incluso dos. Así que uno se pregunta, ¿cómo demonios armaban a tal cantidad de
soldados con esa producción de armas? Simple, porque aunque había Maestros
Herreros, también había herreros. Por tanto mientras el Samurai querrá lo mejor
para guardar su alma, un ashigaru con un 'chuchillo largo' va sobrado
El precio de una katana o un wakizashi, tal y como aparece en el Manual, es
totalmente impagable por una persona 'normal', o un simple bushi
En el juego, los Kaiu se hartan de forjar espadas y armas, pero la calidad
de las mismas es bastante baja (de usar y tirar), pero nadie se arriesga a
perder su katana en las Tierras Sombrías. Eso sí, sus herreros también pueden
hacer katanas de una calidad suprema, pero son herreros de batalla y no siempre
tienen tiempo para ello
Los campesinos iban a los campos de batalla y saqueaban a los muertos
(aunque siempre había patrullas del ejército vencedor para imperdirlo y
ajusticiar a los campesinos hasta que las katanas y wakizashis eran
recuperados). Estas armas saqueadas eran vendidas.. y algunos de los que
compraban esas armas (o que directamente las saqueaban) se hacían pasar por
ronin (el fundador del Clan del Mono es un ejemplo de un campesino que roba un
daisho a un muerto)
Volviendo al tema del Maestro Herrero y su daisho anual.. ¿cómo es que no
hacía más? Porque crear un daisho no era meramente un acto físico, sino
espiritual. Había de ayunar antes de empezar a trabajar el metal, rezar y hacer
ofrendas, etc. Casi siempre compraban el hierro necesario de las minas que a
cada uno le gustaba (que podían estar muy lejos, y lo iban a buscar
personalmente). Luego lo convertían en acero de forma artesanal, lo
purificaban, esperaban al momento oportuno del año o mes, rezaban y cantaban,
plegaban y volvían a plegar el acero miles de veces hasta que tenía la
consistencia necesaria
Pero además cada arma estaba compuesta por 3 aceros diferentes. Uno más
duro en el filo para poder cortar, uno más blando en la hoja para absorver los
impactos del corte y uno más rígido aún en el alma de la hoja para mantener su
rigidez. Pero eso no es todo, dependiéndo de la época en que se hizo el daisho,
la dureza del acero y lo afilado de la hoja variaba. No era lo mismo hacer una
hoja en una época de guerras donde se tenía que cortar armaduras (el filo no
era tan afilado porque se podía romper más facilmente y la katana debía ser más
pesada para que su inercia atravesase las piezas de protección), como una época
de paz donde no se acostumbraban a portar las armaduras (la hoja era más liviana
y el filo más agudo porque había de cortar tela)
Todas estas consideraciones no pueden plasmarse en el juego de rol porque
sería compliar en exceso la mecánica del juego. pero las cosas eran así. El
Maestro Herrero podía tardar meses (o incluso algún año) en vender el daisho
que ha creado, esperando al samurai adecuado